⠀────⠀⠀╱⠀⠀era su primera vez visitando la nación de la eternidad, y debía admitir que era bellísima. ¡sus árboles eran tan lindos y cómodos! que podría descansar eternamente allí si no tuviera un deber por cumplir, incluso podría camuflarse mejor y nadie podría dar con ella tan fácilmente; era una realidad que le gustaría vivir, pero que sólo se limita a imaginarselo. obviamente lo veía de esa forma al ser de fuera, no está al tanto de la situación que vive la nación, ó del conflicto antes vivido.
al igual que Liyue, Inazuma poseía aldeas y en su mayoría parecían ser campesinos, comerciantes y ancianos los que mayormente residían esas zonas, la diferencia estaba en la geografía y fauna, que era distinta. aún así se encontró familiarizada con aquel ambiente tan acogedor al que acostumbraba a estar, disfrutando de las frutas que se hallaban en los árboles y de las charlas ocasionales, como lo estaba haciendo en ese momento con una pareja de ancianos, dándose la charla a raíz de la curiosidad de la yaksha por prácticamente todo ◞