A ver: un fin de semana sin señal ni internet, (gracias, Movistar, grandísimo idiota), en un pueblo que nadie conoce hasta San Juan de la Chingada, con un dolor de cabeza horrible, y una rutina que empieza a las 4 de la mañana, y el hermoso @PedroLibro me baja el autoestima con dos capítulos deprimentes. De verdad me quiero morir.