Voy a ventilar un poco mi consciencia:
En mi fanfic, "sorgono⋆vita", exploro, más que nada, el sinfín de emociones que se experimenta cuando uno se topa con la temible situación que es la muerte de alguien cercano e íntimo. Esa persona a la que le consagras tus aspiraciones, tu propia persona, y hasta razón de ser. Rebusco la negación, impotencia, rabia y culpabilidad; son cosas muy bulliciosas que siempre trato de que el lector perciba en su forma más pura, pero a través de la firme perspectiva de Giorno Giovanna. Que, a pesar de ser un joven de sólo 15 años, puede ser demasiado crudo y realístico en ocasiones. Como se nos confirma desde un principio, su manera de expresar pesar es titubeando sin control. Pero, ¿cómo saber que ésto no es algo que sólo lo hace en público? Para mantener el título de hombre sereno y líder innato, tal vez. Buccellati se llevó una parte de su existencia, esto es un hecho innegable. Un reto que, hasta ahora, no se había enfrentado aún.
Recientemente, me encontré en el mismo lugar. Cuando alguien que aprecias con tu alma se va para no volver, es como si te arrancaran una extremidad (para perderte en tus propios pensamientos que se vuelven contra ti), y sin embargo, tú mismo debes de hallar (o inventar) la cordura y voluntad para continuar. La ausencia de la persona, esporádicamente, te pesa, te persigue por el resto de tu vida, y tienes remembranzas optimistas, como también la tristeza te golpea sin piedad. Es un ciclo perenne.
Tal vez no tenga muchos seguidores, y mi trabajo es poco conocido, no obstante, agradezco a aquellos que han tomado la opción de leerlo, auxiliarme con un comentario, o siquiera disfrutarlo. Esa compilación de escritos se ha vuelto personal, un espacio donde yo pongo algo esencial de mí, y me desquito por fin con decencia; un método de desahogo que los demás disfrutan de atestiguar. Y eso me hace feliz. Escribir sobre estos personajes ya es como un bálsamo.
Lo agradezco, no saben cuánto.