¿Qué hacés, tres veces, qué hacés?
Los paredones de Buenos Aires no tienen sur ni después.
Malena canta en el fango como en la luna, y en el cemento crecen los muertos que el subterráneo escupe en Constitución.
Rajá, turrito, rajá.
Los taxis cargan escuerzos, la cana busca su almuerzo, los ciegos bailan entuerto. Los sesos... los densos... los rezos... los huesos, ¡los muertos!