Cuando tu Omega es más Alfa que tú en casi todos los aspectos.
Que hasta el mismo piensa que eres una de bola ternura por más que le digas que eres de temer.
Que cualquier persona de fuera que los vea, asimilara que él es el que dirige la relación y sí, en ello tienen razón.
Por que un alfa no es nada sin su pareja, sin su otra mitad. No podríamos vivir sin tener al lado el hermoso regalo que el destino y la diosa Luna nos a mandado. Sin ellos no somos nada.
Sin Él no soy nada.
Pero no me importa.
No me importa si soy el de la voz chillona, el que se pone nervioso a cada instante y que parece un tomate con cada pequeño halago o muestra de afecto que tiene para conmigo. No me importa, ser al que sé le corta la respiración cuando me habla y sentir que estoy dentro de un sueño cuando me canta. No me importa parecer una tonta colegiala esperando su llamada. No me importa ser yo el que constantemente vaya llorando pidiendo consuelo por cualquier situación ó persona que me allá hecho daño. No me importa aún cuando se supone que el Alfa es "más fuerte, el que manda" y sea él quien me defienda. No me importa, para nada...
Y menos me va a importar si al final del día, en la casa. No soy yo. El que pide y ruega "por más" mientras lo empotran contra el colchón dándole justo en su zona dulce con cada embestida dada, hasta el punto de colapsar de puro placer, totalmente satisfecho - probablemente sin poder caminar ya por un buen rato- mientras lo anudan y llenan de uno. Dejando una hermosa marca de propiedad sobre su cuello.
Sí, exacto. Por que recuerden... dije CASI.