── en poco tiempo, la más alta volteó y abrazó el torso de su menor, apretando un poco aquella unión [ sin llegar a lastimar, obviamente. ] sin ganas algunas de querer separarse. tal dicho, sin soltar su agarre en ningún momento, comenzó a repartir pequeños ósculos por todo el rostro ajeno encargándose de no dejar algún rincón desatendido; repitiendo esta acción unas cuantas veces. ya por último, esbozó una pequeña y linda sonrisa hacia su contraria, llevando sus manos hasta su cabello y desordenando este con diversión; para finalizar de forma definitiva, abrazó nuevamente a tal niña frente suya, regalándole unas últimas suaves caricias.