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ni siquiera el error de mensajería puede detener mi devoción por escribirte. 

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te extraño hasta en los lugares que jamás has pisado.

te extraño por estos lados. 

algunas veces el tiempo y las circunstancias nos separan un poco, que sepan que no ganan nada; yo sigo acá, mirándote incluso con los ojos cerrados. después de cuatro, casi cinco años, estoy por fin creyéndome esta maravilla de tenerte y a pesar de ello seguiré pensando en vos siendo tan etérea como un sueño.

tu risa, tus ojos, tu manera de acariciar mi alma, nuestras pláticas, esas ideas que no van a ningún lado pero nos traen más cerquita… todo eso vive conmigo. sos parte de mí. 

  ₊  ˚   +    ｡˚      ˚ ❀  ˚ her  ₊   ｡  ˚ +    ｡ ❀ ₊ ˚ +
            　i think she comes from another world 
              ❀         ❀         ❀         ❀         ❀         ❀         ❀

I’ll be holding you forever, stay with you together 

you’re my heart, you’re my soul 

y aún así, amada, te espero: con la calma de quien sabe que el universo siempre devuelve lo que es suyo. 

me gusta pensar que mientras duermes el cielo te cuida, porque mis manos no llegan. me tranquiliza pensar que mientras descansas la brisa murmura tu nombre con cariño, porque mi voz no te alcanza. 

mi cuerpo aprendió tu nombre, ahora lo repite cuando no estás como un planeta que no sabe de silencio, te enredas en mis pensamientos tan fácilmente y siento que es un mecanismo natural el tenerte siempre presente, así de natural como las estrellas acompañando a la luna. 

Desearía poder realizar el truco de Angelique, sacarme el corazón del pecho y entregártelo. Pero el mío no se rompe, no se vuelve polvo, se sostiene en su forma natural y aumenta sus latidos por ti.

“No quiero ser el faro que te guíe en la bruma, quiero ser el puerto en el que desembarques” dijo un personaje, uno que yo escribí, pensando en ti (irónicamente las palabras salieron de mí mas es algo que tú expresarías una tarde cualquiera). 

Y yo jamás experimenté tal sentimiento, hasta ahora. 

Has llenado mi vida de lo que, por primera vez, entiendo—observo y siento—que es amor. Amor verdadero. Esto es enamorarse y mil veces me he cuestionado si en el pasado confundí el cariño que tenía porque, cariño mío, esto se siente exactamente igual que las historias de romance en las películas, cuentos y novelas. 

Elvira Sastre, poema extraído de "Baluarte” 2014. 

Estás
            hasta cuando no estoy,
            así defino mi soledad ahora.
            Te tengo
            incluso cuando se me rompen los bolsillos,
            ocupas mi vacío,
            eres la antítesis de la nada,
            aguas mi desierto,
            eres el pasado de todas las ausencias.
            
            No me apena la tristeza,
            no me dan miedo los días malos
            ni las malas personas,
            no evito mi caída,
            no me importa no acertar.
            
            Eres a mi pena lo que la chimenea al invierno,
            la sonrisa
            que no cambia este puto mundo de mierda
            pero hace que me dé igual vivir en él,
            el aplauso que infunde valor a mis tropiezos
            y sabe mejor que una victoria,
            el centro de la diana de todas mis apuestas.
            
            Eres tan bonita
            que decírtelo resulta redundante
            y no decírtelo
            se parece al silencio.
            Al final siempre acabo besándote,
            que es la mejor alternativa a la poesía.
            Y ya sabes
            que a mí me gusta acabar los poemas
            con el verso perfecto,
            ese que empieza en un papel
            y acaba en tu boca.

La verdad es que la ciudad,
            mis pulmones
            y el cambio climático
            han agradecido esta hostia primaveral.
            Y ahora respiro mejor,
            subo sin cansancio las cuestas
            y puedo durar cuatro estaciones haciéndote el amor.
            
            He bajado los pantalones a las canciones
            con las que un día lloré
            y mi pena ha brillado
            como un pájaro atrapado en la nieve:
            no quisiera menospreciar a mis tormentos,
            pero tu sonrisa sobre mi lágrima
            consiguió ser el mejor de los remedios.
            Pero no te alejes demasiado,
            sigo necesitándote por si enfermo.
            
            Lo cierto es que no quiero que suene a chantaje,
            no malinterpretes mis quejidos,
            pero es posible que si te marchas llore hasta
            inundar medio continente,
            y ya tenemos bastante con los desastres naturales
            como para añadirle el mío,
            ¿no crees?
            
            Quisiera explicarte de una forma sencilla
            que desde ti
            todo lo malo se ha dado la vuelta,
            y qué bonito es el optimismo, joder.