Su vista seguía un rato más en el chico, cuanto más lo observaba trabajar, más dudas se le venían a la cabeza: ¿quién era? ¿era ciego? ¿cómo logró con un simple plato darle todo lo que necesitaba?
Esas dudas seguían en su mente, mientras jugaba un rato más con la cuchara en el plato, removiendo los alimentos, tratando de adivinar qué especias llevaba, qué plato era.
Pero los murmullos se hacían cada vez menos cautelosos y discretos, haciendo que esa paz y tranquilidad que le había dado el plato pasara por unos segundos a segundo plano.
Hasta que tomó otro pedazo, haciendo que su cuerpo se relajara y nuevamente su mente se volviera en un canto de pájaros, un canto singular de las aves que habitaban por su barrio cuando era niña.
Así siguió su comida, su rato de descanso y paz. Y nuevamente la imagen del cocinero volvió a su retina, haciendo que, armándose de valor se levantara y se dirigiera a la barra, estando en frente de él. Trató de llamar su atención saludando pero una vez más se fijó en aquellos ojos vacíos: 'es ciego' finalmente pensó y adivinó así que carraspeó su garganta
- Hola - dijo con su voz usualmente afilada -. Querría preguntar cuál es el nombre del plato que he comido y mis enhorabuenas al chef, estaba... - se quedó callada, pensativa durante unos segundos pues no sabía cómo describirlo con una sola palabra - Perfecto
@ yuhee