he escuchado decir a tantas personas lo mucho que les gusta la sonrisa de alguien, verle feliz sea por razones ajenas o no, pero nunca, y personalmente yo, nunca he sido lo suficientemente bueno con mis pequeños escritos para describir esa sensación tan cálida que toma tu pecho cuando vez a alguien que amas sonriendo, me he tomado el atrevimiento de escribirlo para ti, lamento si esto sale muy meloso pero, cómo no puedo serlo contigo.
resulta ajeno a mi ser ahora imaginarme en una realidad donde no te tenga a mi lado, porque intentar borrarte de mis recuerdos grita a todos los vientos el borrar aquellas preciosas memorias que llevo guardando durante todo el año, las cuales, y a mi parecer los hace más valioso, te tengo a ti como protagonista, sonriendo tal y como un niño pequeño emocionado y eufórico. egoísta sería pedir que yo fuese la causa de tu euforia cuando se me hace más que suficiente el tenerte tan sonriente y lleno de vida, y podrás decir que es una tontería sin fin y más de sacar un tema para hablarte y ponerme tan cursi como me gusta, eh, bueno, no estás muy errado sí eso vino a tu mente, pero ninguna palabra que sea puesta aquí debes tomarla a juego, ¿vale? respondeme, ¿conoces esa sensación tan acogedora que te hace casi encongerte de escalofríos cuando vez a alguien que amas sonriendo? pasa cada vez que pude sacarte una sonrisita, y, se torna tan seguido que he decidido que es el regocijo del alma, que actúa tan fervoroso y sin cuidado.