Acabo de terminar de renovar “my baby”.
¿Por qué?
Ciertamente no lo sé, pero me puse a releer la historia y habían algunos cabos sueltos que me encargué de unir.
Siempre suelo ser un poco exigente con las historias que leo, ya sea en ortografía o la trama con falta de congruencia. Así que pensé: no puedes pedir lo que no das.
Supongo que ese fue el incentivo para realizar las correcciones.
Como sea, espero que si ya leyeron la historia y se quedaron inconformes, puedan darse el tiempo para volver a leerla, y en caso de que aún no la hayan leído, disfruten tanto de hacerlo como yo disfrute al escribirla.