¡no soy un ser cálido, mi señorita roba corazones! más bien un torpe marinero con emociones explosivas, las cuales su contenido es de aflicción tormentosa o euforia inexplicable, mi corazón está sometido a una montaña rusa sin fin, pero tus versos azucarados hacen una bella composición digna de un experimentado poeta, cada voquible tuyo rebosa ese amor que es tan anhelado y codiciado en el catastrófico universo. adoro con locura ser el dueño de aquellas tiernas palabras que acarician a mi órgano palpitante, carente de alegría, pero con tu presencia inundando mi excéntrica mente todo se colorea de extraordinarios y singulares tonos.