»Es más, si hubiera alguna forma de convertirme en humano para estar contigo, no importa su precio, lo pagaría feliz.«
» Duerme, Bella mía. Que tengas dulces sueños. Tú eres la única que me ha llegado al corazón. Siempre seré tuyo. Duerme, mi único amor. «
» Tú. Eso es lo que yo quiero. Siempre serás mi Bella, sólo que un poquito más duradera. «
» —Isabella Swan —me miró a través de aquellas pestañas de una longitud imposible. Sus ojos dorados eran tiernos y, a la vez, abrasadores—. Prometo amarte para siempre, todos los días de mi vida. ¿Quieres casarte conmigo? «