- Tú cada noche en tus sueños, soñarás que me querías, y recordarás la tarde que tu boca me besó. Y te llamarás “cobarde”, como te lo llamó yo. Pensarás: no es cierto nada, y sé que lo estoy soñando; pero allá en la madrugada te despertarás llorando, por el que no es tu marido ni tu novio ni tu amante, sino el que más te ha querido, ¡con eso tengo bastante! - 15.