Nacido en México, en abril de 1990, Franco de la Peña se considera a si mismo como un ser humano mas corriente que común, con una mente llena de ideas desordenadas, las cuales, intenta plasmar en sus escritos, no se considera bueno para ello, ya que no vende hermosa poesía o relatos fantásticos, en su lugar, utiliza el morbo y la perversión como materia prima de su producto, es un gran fanático de lo bizarro, lo perturbador, lo políticamente incorrecto y disfruta de explorar, la locura y la demencia humana, intentando que sus historias, sean como dar un paseo sobre una montaña rusa de emociones, llevando del miedo al horror, de lo grotesco a lo repugnante y de lo ridículo a lo perturbador, a sus mas valientes lectores.