¡ARRÁSTRAME AL INFIERNO!

¡Arrástrame! Deja que la llama que arde en nuestra cama incendie la cordura que ya no existe en lo poco que quedó de mi armadura. 

¡ARRÁSTRAME AL INFIERNO!

¡Quémame! Destroza todo lo que se ponga a nuestro paso, vuélvete infierno, desintegra mis sentidos, aniquila mis suspiros.

¡ARRÁSTRAME AL INFIERNO!

Quémate entre mis brazos, que yo, yo ya ardo en el infierno que creamos aquellas noches de marzo.

¡ARDAMOS EN EL INFIERNO!