Hoy estaba en la cama pensando en qué era la poesía. En concreto, qué era la poesía para mi. He llegado a la conclusión de que la poesía es mi forma de vida. Es mi forma de vivir la vida y de sentirla. Y, realmente, la vida en su conjunto es poesía. Una melodía cantada por un pájaro, es poesía. La brisa del aire escribe poesía sobre nosotros y nos acaricia suavemente con ella. Cualquier historia contada, es poesía, pues las palabras son poesía. Nuestra voz es poesía. Nosotros somos poesía.
He de confesar, que yo sin poesía no soy nadie ni nada. Cada célula en mi cuerpo contiene un poema aún no escrito. Mi alma es poesía y todo mi cuerpo es un poema. Un poema perfecto, compuesto de millones de versos que no riman. Y mi ser, cuando no sea, será poesía.
Mi voluntad será una elegía en mi epitafio. Porque mi vida no es juzgada por un Dios, si no por los poetas que me inspiran.
Toda yo, soy poesía.