nadie se imaginaría que los aliens existen, pero... hay una prueba viviente de su existencia, y en un lugar escondido de la sociedad, en un centro de estudios científicos, un grupo de... bueno, científicos, enviaron gente al espacio a explorar los diversos planetas, y de uno que nadie conocía, secuestraron a una criatura muy rara.
esa criatura es omēga, un alien de piel gris pálido, ojos rojos, uno con iris roja y una pupila negra, el otro una iris blanca y pupila negra, escuálido, manos con dedos largos y algo finos y un cabello rojo de largo medio clásico de su ser. él era un ser desconocido para la humanidad al ser de un planeta que no está en el sistema solar, de hecho su hogar no hablaba ninguna lengua conocida por el hombre, sino una propia, así que los científicos hacían un arduo trabajo para enseñarle, pero no para solo civilizarlo, sino para forzarlo a trabajar... pues lo secuestraron para ser la voz principal de una banda: omēga & the mechanical animals, sí, lo mandaban ante un sin fin de personas sin saber cómo reaccionaría.
omēga era conocido por ser muy inocente, tanto que no importaba cuánto le explicasen, no entendía que lo que le hacían los científicos era cruel, también era algo tímido, pero se esforzaba por ser amigable... aunque los científicos eran aburridos a su parecer. un día en un show de su banda conoció a rose mcgowan, y hablaron como pudieron debido a su dificultad con el español, pero lo lograron y continuaron viéndose a espaldas de los tipos de bata blanca, al punto en que comenzaban a conectar emocionalmente. de hecho, ahora mismo estaban juntos, con el alien observándola, analizándola.
— humana bonita. — dice, ah sí, debido a su dificultad, no siempre formaba oraciones completas, lo intentaba. — señoritas en planeta no tan bonitas... — dice, prácticamente diciendo que en su planeta las chicas no eran muy bonitas.
