A veces pienso que el miedo no hace daño a no ser que te impida vivir; ese miedo a a caer, a no ser suficiente, a ser olvidada, a hacer las cosas mal, a no saber querer, a no llegar a ser lo que quieres...demasiados miedos que nos hacen pasar demasiadas noches en vela. Y he oído por ahí, a más de uno, decir que la vida es como una montaña rusa pero, ¿y a quien le dan miedo las alturas? A veces me paro a pensar y me doy cuenta de que estoy en una montaña rusa en la que no he pagado entrada porque no quería subir. No quiero estar hoy arriba y quizás mañana abajo. No quiero saber que me depara la vida o el futuro. Te levantas sin saber lo que vas a encontrar, puede que hoy salgas de casa con la sonrisa puesta sin saber que de aquí unas horas volverás a casa, sí, pero habras perdido la sonrisa por el camino o quien sabe, alomejor sales de casa hundida y cuando vuelves has conocido al amor de tu vida, ¿no?
Hoy en la cama he estado pensando en muchas cosas, entre las cuales que no entiendo como a veces para la corta edad que tenemos, no comemos la cabeza mas que cualquier otra persona. Siempre pensamos que nuestros problemas son los peores del mundo y que no tienen solucion, nos ponemos en lo peor porque parece que nos gusta lo complicado o, quizas soy yo que soy demasiado complicada pero no se. Esa es mi respuesta a estos últimos dias. Si me prenguntan como estoy seguramente respondería eso, que no lo se. 
Siempre he sido una persona que no tiene pelos en la lengua  y que si tiene que decir ciertas cosas lo dice. Siempre he sido la típica chica fuerte que no teme a nada. O al menos no temía nada cuando estaba con el. Después de que desapareciese empeze a ser la persona mas insegura del mundo ¿que pasa si esa persona a la que tanto quieres te abandona? Nunca lo pensaba y mira tu por donde, eso es lo que ha pasado.