ghostlyprose

Acá hay un avance del tercer capítulo de Huesos, oro y sangre. Será publicado cuando me obligue a terminarlo.
          	
          	"Sucedían cosas extrañas en Cornucopia todos los días, dependiendo de hacia dónde dirigieras la mirada. Tratos y negocios sucios se veían sellados con sangre u oro ajeno, muchos labios se sellaban con pasión, terror o muerte, personas se acostaban en sus camas una noche y amanecían o en otro lado o no amanecían en lo absoluto. Ello era, para un plebeyo corriente, lo que considerarían algo fuera de la cotidianidad, pero para alguien de los bajos rincones de la ciudad, eran gajes del oficio.
          	
          	Aquello que podría levantarles una ceja o, incluso, ponerles los vellos de punta, era todo relacionado con las artes arcanas y sus prácticas no reguladas. Muchas veces aparecían cuerpos en lugares cuestionables que ninguna banda de rufianes o guardia sobornado podía reclamar como suyo, y a diferentes pares de oídos llegaban susurros de órdenes extrañas que nadie parecía haber dictado. Las sombras cobraban vida en los momentos más oscuros de la noche y más de una sorpresa asechaba a los más preparados.
          	
          	Por ejemplo, una caravana en llamas."

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Acá hay un avance del tercer capítulo de Huesos, oro y sangre. Será publicado cuando me obligue a terminarlo.
          
          "Sucedían cosas extrañas en Cornucopia todos los días, dependiendo de hacia dónde dirigieras la mirada. Tratos y negocios sucios se veían sellados con sangre u oro ajeno, muchos labios se sellaban con pasión, terror o muerte, personas se acostaban en sus camas una noche y amanecían o en otro lado o no amanecían en lo absoluto. Ello era, para un plebeyo corriente, lo que considerarían algo fuera de la cotidianidad, pero para alguien de los bajos rincones de la ciudad, eran gajes del oficio.
          
          Aquello que podría levantarles una ceja o, incluso, ponerles los vellos de punta, era todo relacionado con las artes arcanas y sus prácticas no reguladas. Muchas veces aparecían cuerpos en lugares cuestionables que ninguna banda de rufianes o guardia sobornado podía reclamar como suyo, y a diferentes pares de oídos llegaban susurros de órdenes extrañas que nadie parecía haber dictado. Las sombras cobraban vida en los momentos más oscuros de la noche y más de una sorpresa asechaba a los más preparados.
          
          Por ejemplo, una caravana en llamas."