¿me es permitido orientarme por las caóticas brisas que divagan en mi centro sistémico y emocional para detener este debate con el puño clavado en una superficie peligrosamente sólida? es de mi agrado tener la última palabra, mal hábito, sin embargo, considero que mi justificación en esta ocasión es válida. iniciando por la indagación de tu génesis, no hay forma de caer en un marco dudosamente colosal de margen de error cuando el nivel de confianza es prometedor, ¿no te produce un peculiar tembleque que mi sustento sea irrefutable? la prueba viviente está en el fulgor de tus pupilas, por cada pestañeo es un mensaje oculto sobre tu residencia paradisíaca, incluso es posible distinguir las finas líneas que conforman el par de alas que se ubican en tu longitud, sólo es necesario entrecerrar los ojos y utilizar una lupa con aumento de 10x en caso de que la miopía y/o el astigmatismo sean un impedimento (esperaré por no exterminar tu existir si hay luz solar, tomo en cuenta tu tamaño microscópico). en respuesta a tu cuestionamiento; si tuviera que armar mi propio escondite por los alrededores de alguna planta, sería la cephalotus follicularis, cualquier especie carnívora brindará mayor alivio a mi nerviosa y catastrófica naturaleza, nunca se sabe con certeza de las amenazas que acechan, ¿cuál sería tu contestación?