“No me pidas que te deje, o que regrese cuando te esté siguiendo. Porque a donde tú vayas, yo iré, y donde tú vivas, yo viviré. Tu gente será mi gente y tú Dios será mi Dios. Donde tú mueras, yo moriré, y ahí seré enterrado. El Ángel será mi testigo y mucho más si solo la muerte nos separa a ti y a mi”