Un conocido: Tú no eras así... ¿Qué pasó? Siempre que llegas a casa te encierras en tu habitación.
Apenas comes.
Apenas hablas.
Apenas sonríes...
Antes reías por cualquier cosa. Antes llegabas a un lugar e iluminabas absolutamente todo. ¿Recuerdas eso? Era imposible no notarte, eras como un rayo de sol en un día oscuro...
Y ahora... ahora solo pareces estar vacío.
Es como si todo te molestara, como si nada valiera la pena. ¿Qué pasó contigo?
Yo:...No entiendo por qué sigues preguntando. ¿Qué esperas que diga? Que todo está bien, ¿verdad? Porque eso es lo que siempre quieren escuchar. Que estoy "bien". Que me estoy "esforzando".
¿Sabes lo que es peor? Que no importa cuánto lo diga, no lo sientes, porque yo tampoco lo siento. Ni siquiera sé cómo se supone que debo estar "bien".
De verdad lo intento, pero... es como caminar con piedras atadas a los pies. Pesado. Doloroso. Sin sentido.
Y tú... tú sigues viéndome como si pudiera volver a ser ese alguien que se reía por todo. Pero ya no queda nada de él.
Nada.
Conocido: ...No digas eso. Tú sigues aquí, ¿entiendes? Y mientras sigas aquí, hay esperanza. Si no la sientes ahora, yo la voy a cargar por ti, ¿está bien? Solo... no te rindas todavía.
(Algo que paso)
