Los amores no correspondidos nunca fueron sorpresa para mí. Creí que con Eli había ocurrido algo impensable, pero no hace mucho me comentó que posiblemente le guste un chico, el chico se va del país, conduce un carro; ¿sabes lo que significó entonces aquel "me gustas" cierto? Al final tuve razón, no le gustaba. Me enojé, me enojé porque las personas con las que hablaba se estaban desvaneciendo. Me siento tan sola, creí que ver películas de terror me harían más resistente, pero fue así y lo lamento.
Intenté escribir el principio de una buena historia, está todo en mi computadora, los documentos tienen clave, dejaré todo anotado; no olvides esto 5464, es lo que te dará entrada al puente que solía llevarme a muchas partes. Estará abajo de mi cama. Y pase lo que pase no le digas a Camila. Aún conservo sus cartas, bajo la última gaveta de mi cajón blanco. Necesito que las abras y las leas, nunca tuve el valor de hacerlo con todas ellas. Y cuando termines, dáselas a mi hermana y a mis padres, quiero que sepan que alguien me amó genuinamente, que no estaba hecha de piedra. Me gustaría también pedirte una última cosa, te comenté acerca de mi ropa, debo admitir que la compré pensando en otras personas, dos prendas en particular. La franela grande negra es para Eli y el suéter verde es para elle.
Lamento no tener pensado nada para ti, mejor amigo. No hay prenda que abrigue más de lo que me abrigaste tú a mí.