Y ahora, un ritual para evitar que Güera sufra un colapso por estrés:
Güera: (se pone a bailar en círculos por el jardín) La ventana, la ventana. La pared, la pared. Este baile me da sed, y a las piojosas…
(Aparece su ex cuñada loca a hacerle más problemas): ¡MÁS FUERTE!
Güera: (agitando sus brazos al aire) ¡La ventana! ¡La ventana! ¡La pared! ¡La pared! ¡Este baile me da sed! ¡Piojosa como ven! (procede a sacudirse) ¡Ven acá! ¡Ven acá! ¡Dame! ¡Voy allá! ¡Voy allá! ¡Te doy! ¡La ventana! ¡La ventana! ¡La pared! ¡La pared! ¡Este baile me da sed! ¡Piojosa como ven!
Vecino: Güerita, uno de los albañiles arrancó una pera de su árbol, la mordió y la dejó ahí botada.
Güera: ¡HIJO DE LA CHINGADA!
Vecino: Pero no se enoje. Mejor tome, en el trabajo me regalaron una croquetas para gato. Pero cómo yo no tengo, se las traje a su gatita.
Güera: Oh, gracias. ¡Mira, Gordita! Te trajeron croquetas.
Mi gata: (procede a arañarme el tobillo y a morderme el chamorro).
Güera: Me ama :’)
Después de esto voy a necesitar una buena terapia. Ya tengo un tic en el ojo ;\