¡La había amado locamente! ¿Porqué se ama? Qué extraño que es no ver en el mundo más que un solo ser, tener un solo pensamiento en el cerebro, un sólo deseo en el corazón, un solo nombre en los labios; un nombre que sube continuamente, como el agua de un manantial, desde lo profundo del alma hasta los labios, un nombre que se repite una y otra vez, que se murmura incesantemente, en todas partes, como si fuera una plegaria.
— Guy de Maupassant. ♡