Mas no olviden que si hoy existo no es porque sea muy listo; Jesucristo es el por qué y el por quién. En Él todo lo puedo, Él es quien me fortalece; y cada aplauso que me dan a mí, es Él quien lo merece. Autor y protagonista de mi historia; a Él la honra, a Él la alabanza y toda la Gloria.
Que Cristo fue quien hizo de mí un milagro viviente.
Mi vida es un Milagro de Amor; me atrajiste con tus cuerdas, Señor. Cuando más perdido estaba, tu Gracia me alcanzó.