Ichy se refugia en la biblioteca para dibujar, alejándose del bullicio ( y muy posiblemente de su hermano enfadado). Los ve a lo lejos y se acerca, notando como la chica llora por un libro.
Ichy no se dirige a Ororo directamente, cuya sensibilidad podría saturarse. En cambio, se desliza hacia la silla frente a Karim, siendo este su primera víctima. Se sienta al revés, con el torso girado 180 grados para que su cabeza quede a la altura de la del muñeco, imitando su postura rígida pero con una sonrisa de payaso.
— Hola, colega de extremidades cuestionables,
Susurra, con una gran sonrisa gatuna.
— Veo que también eres un fan de la... lectura silenciosa.
Le ofrece un caramelo a Karim, sabiendo que no puede comerlo, pero es el símbolo universal de paz de Ichy o que es un cabezón.
Al notar la sensibilidad de Ororo, Ichy no dice "todo va a estar bien". Saca su cuaderno y, con movimientos exagerados para llamar su atención sin asustarla, dibuja un gato rechoncho y cómico que también está llorando. Lo desliza hacia ella.
Luego, dibuja otro donde el gato está felizmente sentado sobre el libro, ronroneando, como si disfrutara de su presencia después de llorar. Es un mensaje simple: "Está bien llorar, está bien reír, sentir las cosas es hermoso".