El futuro es tuyo para que lo construyas. Para hacer con él lo que quieras, comienza de inmediato. En lugar de postergar tareas para más tarde, tráelas al presente. Algo que se verá reflejado en un cambio positivo dentro de un mes, dentro de un año, o dentro de cinco años, hazlo hoy. Cuanto antes comiences, más fuerza te darás a ti mismo.

Si esperas hasta el último minuto, tus alternativas serán pocas. Sin embargo, si trabajas con un ojo puesto en el futuro, las posibilidades son prácticamente ilimitadas. En lugar de dilatar y desordenar todo para ponerte al día, concentra tus acciones allí donde marquen la mayor diferencia. Construye hoy para cosechar beneficios mañana y te estarás adelantando muchísimo a los acontecimientos.

Cuanto antes actúes, más efectivo serás. Muchos éxitos no suceden a raíz de ninguna capacidad extraordinaria, sino debido a una cuidada planificación y posterior ejecución. Quienes ponen manos a la obra ahora pensando en el futuro logran una notoria ventaja, prácticamente inalcanzable.

¿Qué puedes hacer hoy para tener un mejor mañana? Pon a tu esfuerzo a construir tu futuro, y ese futuro será bueno para ti.