— ¿A quien llamas Ino puerca, frente de marquesina? — preguntó con una sonrisa mientras su ojo derecho sufría de un tic al observar a la de rosados cabellos acercársele — Gracias, Frente — habló al tenerla frente a ella y una sonrisa se apoderó de su rostro al verla molesta por aquel apodo