Siento pena... Revisando los mensajes me di cuenta de quién eras... esa que se hacía llamar mi gemela. Esa a la que tanto cariño le tenía. Y me pregunté... cómo una persona tan cariñosa pudo cambiar tanto? La verdad, no lo sé. Te preocupabas por mí, y yo al igual lo hacía por ti. Eras de mis mejores amigas aquí, te tenía tanto aprecio... No sé qué te pasó para que ahora te la pases insultándome, humillando a los que quiero, a los míos. Confiaba en ti, de verdad. Pero ya veo que eso no sirve, que igual que cambiaste para peor ya no podrás volver a cambiar... Y me da mucha pena la persona en la que te has convertido. Si llegas a ver esto, para, por favor.