—toma un poco de distancia para poder mirar a los ojos a la chica, amplió su sonrisa al ver cómo las mejillas de la misma se encontraban coloradas, no sabía bien a qué se debía pero sentía que en cualquier momento sus mejillas se pondrían del mismo color, sentía que podría derretirse con tan solo una mirada de los hermosos ojos café que poseía su contraria, pero lejos de lo que había imaginado era una linda sensación y después de todo sabía disimular un poco.— sh, no te preocupes linda. tus mejillas están rojas. —suelta una pequeña risa aprovechando para llevar una de sus mano hasta el lugar y dejar caricias sobre esta.—