De vez en cuando regreso aquí sintiéndome tan prisionera de mis sentimientos, y temiendo expresarlos en estas palabras estúpidas que se revuelven en mi cabeza. A veces me gusta ponerme en perspectiva y preguntarme ¿qué tan tonta me veo intentando hacer entender a todos esta manera lúcida y expresiva de hacerme notar? Las palabras me encantan, escribirlas me encanta aún más. Es como meter la mano en mi corazón y extraer venas de él, solo para hacer notar lo vivo que está, lo fuerte que es. Escribir y mostrar, es como darte todo de mí en un mísero pedazo de papel, la esquina de un libro, el texto de un mensaje. Aquel que posee palabras mías, no sólo tiene una serie de tontas uniones de pensamientos, sino mi más profundo sentir y muy seguramente, también posee una parte de mi mente.