Amo a Laruku con la intensidad de un amanecer dorado, con la devoción de quien encuentra en la música un refugio eterno. Cada acorde es un latido, cada melodía un susurro que danza en mi alma. Sus canciones son como estrellas en mi cielo, iluminando mis días con nostalgia, euforia y pasión. Hyde, con su voz etérea, es el viento que me envuelve; Tetsuya, con su energía vibrante, es el latido que nunca se apaga; Ken, con su magia en cada nota, es el fuego que arde en mi pecho; Yukihiro, con su ritmo perfecto, es el pulso que guía mi ser. Su música es el eco de mis pensamientos, la banda sonora de mis días, el consuelo en mis noches solitarias y la chispa que enciende mi felicidad. Vivo por ellos, por cada acorde que resuena en mi corazón, por cada verso que se clava en mi alma. Porque L’Arc~en~Ciel no es solo una banda, es un universo donde quiero perderme para siempre. ★