Siempre he tenido una fijación con los vampiros, cualquier programa donde estos aparecieran se convertía en mi favorito, esos seres tan místicos, con piel casi transparente, colmillos afilados, manos de hielo y cabellos y ojos de colores contrastantes con su tez siempre llamaron mi atención.
Siempre fantaseaba con ser uno de ellos, una anomalía tan etérea y hermosa a mi vista.
Algo tan extraño que parece tan lejano, algo que es irreal.
Poder volar por sobre el suelo a la luz de la luna sin ser descubierto y tener habilidades sobrehumanas.
Pero es simplemente eso, curiosidad de algo que nunca será real.
Ganas de ser algo más que un humano común.
Ganas de ser libre.