Decepción
Mentías.
Me dijiste que creías que era más fácil ser sincero, pero en cada palabra que leía, me mentías.
Aún recuerdo lo que escribías:
“no soy de los que mienten, requiere más tiempo mantener una mentira, que ir directamente al saco”
Pero te eh sobre-valorado. Superaste mis expectativas.
Mi razonamiento era correcto, no debí bajar la guardia, porque tus falacias eran invalidas y tus premisas eran falsas.
Creí saber tu nombre, pero solo eran palabrerías.
Me persuadiste, me manipulaste, y como tonta te creía cada letra que escribías.
Le conté muchas cosas a una persona que ahora es de nuevo, un desconocido para mí.
No es tu culpa, la culpa es mía, porque te creí.
Asumí cosas por error, creí en verdades en más de una ocasión.
Te pregunté muchas cosas por ineptitud,
me respondías cada una con tanta exactitud,
que no te cuestioné, ignoré mi refutación,
y tú nunca me corregiste de mi inexactitud.
Al parecer eres más falso que lógico,
y la única verdad que queda ahora,
es que ya no te creo ni un poco.
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