El llanto de frustración, de tristeza, de dolor no se compara con nada. Tal vez para algunos suene algo exagerado, déjenme decirles que no lo es. Lo lamentó por Messi por Pavón pero más que nada lo lamentó desde el fondo de mi corazón por Masche, el capitán sin cinta, el chabon que te juega un partido y te deja el alma. Y mereces más que eso Javier.