Pies infantiles desnudos
que caminan con el frío,
buscando el fin de la barrera
para dejar de llorar a la muerte.
Llantos en el río seco del dolor.
Mares amigas enfrentadas,
heladas ánimas se aprovechan,
y cálidos corazones mueren.
Volcanes del odio explotan
y miradas sin emoción
remueven el corazón.
Pueblo dañado,
sin importar la causa
de las vidas arrancadas.
Y cuando alzo la mirada,
deseo que sean pájaros:
bien plumados y bien fuertes;
para que alcen el vuelo,
para ser libres de vivir mejor.
Preparen sus alas,
porque sino la vida morirá.