Es complicado volver a la vida después de muchos meses dormida. No sabes dónde te quedaste, que fue lo último que hiciste o lo último que le dijiste. Lo que sí sé es que lo amé. Y lo amé con locura, como nunca jamás en mi vida había amado a alguien.
Duele despertarse y ver que las cosas no son como en aquel entonces, que él ya no está, que ellos son diferentes, que tienes a otras personas en tu vida y que ahora hasta tu nombre es distinto. Duele despertarse y saber que no podemos volver atrás, a donde éramos únicos, sin exageraciones ni anécdotas irreales, sólo nosotros, el universo y las causalidades. La gran diferencia entre las vocales es ésta.
Y lo que dije es que aquello, a pesar de no haberlo tocado nunca con mis dedos, pude sentir el contacto de la magia y la textura de un amor que nunca pudo ser, pero que si pudiera, sería.