fue tanto el amor que compartimos ella y yo en nuestra primera cita
sus amigas acompañándola, mi timidez en toda obviedad
pero que lindo fue tenerla de la mano, mi niña de bellos labios
con su poleron rojo, su cabello lacio y su sonrisa imperfecta
difícil fue dejarla ir, pero con escucharla reír, lo feliz que me sentí
un destino cumplido, sin cuartos de rosas y velas con música
ella y yo nos besamos en las escaleras del mall, tan rico que fue
un enredo de lenguas, la mía que hablaba inglés y la de ella, español
con su piel blanca y pura, y me dejo tocar sus piernas, sus muslos
calentándonos en el placer de besos traviesos, mordiéndome la lengua
sin dejarme ir, su boca y su delicioso sabor de amor, me enamore
de una mujer que me hacia feliz, con sus travesuras haciéndome cariñoso
cada vez que ella jugaba con mi pelo, que yo descansaba mi cabeza en su hombro
extrañe tenerla conmigo, en mis brazos, entre temores de amor
ella me hizo un hombre feliz, con sus regalones, con sus caricias, yo la quise
solamente para mi, en el suelo de las escaleras, ella y yo compartimos besos
en la adolescencia llena de nuevas experiencias, mi primer amor olvide
y a mi nueva mujer amé, libre ya de todo el rencor
con mi mujer de pocas palabras, con besos y caricias al extremo nivel