pr6ttydollz
Ante los eventos recientemente ocurridos en los vestidores, la de hebras doradas se hallase más rara de lo común. Cada que ella veía aunque sea por lo lejos, aquella cabellera castaña; acabaría por salir huyendo para esconderse del de lentes. ¿Que si estaba siendo dramática? Era una mujer, el drama era su segundo nombre. Pero, actualmente sus acciones habían dejado de ser meramente por drama. Su corazón se hallaba latiendo como loco al recordar la cercanía en la que estuvieron envueltos, tan íntima, tan... Tan raro. Mei, en sus casi dieciocho años nunca había estado tan cerca de un chico, ¡Y muchísimo menos si estaba casi sin ropa! Por más que ella quisiera, el sacarse aquella sensación era sumamente imposible.
El tacto de sus labios rozando, la delicadeza con la cual ella había sido tratada por las cariñosas manos ajenas... Estaba en un tremendo lío. ── ¡Waah, deja de pensar en estas cosas...! ── Sutilmente choca su rostro contra la pared, aferrándose a esta mientras que su rostro era un caos total. ¿Alguna vez ella había estado tan roja? No, pero odiaba la sensación y el saber en qué ella solo era capaz de sentirse así gracias a él. ── Esto... E-esto está mal. ¡Sí, sí! Yo, yo realmente no tuve que haber besado a mi amigo, ni-nisiquiera haberme dejado llevar y aceptar en que me toca... ── Nuevamente, es incapaz de poder formular alguna palabra, tragando duro cuando el recuerdo de la mano del castaño bajando a su cuello vuelve a su mente. Ahogando un enorme grito, accidentalmente acaba cayéndose para el suelo y con sus manos en sus ardientes mejillas.
pr6ttydollz
── Ehh ... Se ve que no está. Cómo sea, luego lidiar con esto. ── Busca con la mirada aquello que la ayudaría con su inoportuna herida, y al ver que necesitaría ponerse de puntas para alcanzar aquello que no puede lo voltea a ver. ── ¿Podrías...? Eh, y—ya sabes. ── Intentando hacer que la posible plática sobre eso no llegara acabó pidiéndole ayuda, sentándose en una silla mientras piensa firmemente sobre el lugar en el cual se encuentran.
« Sí, mujer ... Este definitivamente no es un lugar para una confesión. Definitivamente no empezará a decir algo sobre ESO... »
Y fue cuando la voz ajena la saca de su calvario mental, sintiendo como su cuerpo se tensa ante la iniciación de las palabras que claramente los iba a dirigir hacia el tema de sus sentimientos... Los sentimientos de los dos.
pr6ttydollz
¿Qué decir sobre el camino? Ella no quería iniciar una plática, ya que, ella sabía a la perfección en que si hablaban... Irían directamente al grano. Y eso era algo que realmente no quería abordar. Mei era una maldita cobarde. Cobarde al no querer afrontar las consecuencias de sus acciones y palabras. Suspira, acabando por aferrarse de la forma más delicadamente posible a él mientras se dedica a esperar en que su pequeño paseo acabase tras llegar a la enfermería. ── ... ¿Estás enojado conmigo? ¡Uy...! ── De un momento a otro, sale aquella pregunta de sus labios. Dejando el cuello del chico en paz tras haberse tapado la boca, empezando a maldecirse hasta el chino. Ella y sus preocupaciones, ella y su miedo en acabar siendo odiaba por él y su egoísmo al no querer enfrentarlo. ── ... Por favor, no me hagas caso. No sé qué diablos pregunté, ay... ── Y si la respuesta era que sí, ella no se sentiría ofendida, ella igual se sentiría de la misma forma.
« Se supone que no debías mencionar nada durante el trayecto a la enfermería, idiota ... » Se dice a sí misma en su cabeza, no viendo hora de que al fin llegaran a su destino. Y fue así, que tras un rato de caminata el letrero de la enfermería se deja ver. ── Eh, Ryuhei ... P—puedo caminar desde este punto. No quiero que te canses por cargarme, tampoco es que esté tan lejos ... ── Intentando no hacer tan notoria sus ganas de nuevamente escapar le sugirió, obviamente que hasta aquí acabaría por dar por terminada la plática para escaparse a la enfermería de otra parte del edificio para perderse de su vista, pero al ver la nula respuesta se dió por vencida. Ahí supo que desde allí ya no la dejarían en paz. Sus pies tocaron el suelo al entrar al sitio, dando un silencioso gracias al chico mientras se adentra al lugar, buscando con la mirada a la enfermera.
pr6ttydollz
El repentino agarre en su brazo la hizo voltear hacia atrás, encontrándose la inmensa mirada llena de súplica del más alto hacia ella, rápidamente sintiéndose culpable ante sus acciones desde hace semanas. Sin poder evitarlo, bajaría la mirada con pena y tristeza. Tristeza por no querer aceptar las emociones en las que se hallaba luchando, luchando para restarles importancia. ¿En qué tenía miedo? ¿En qué quizás era la primera vez que ella se sentía de tal forma? Cada que se hallaba con el castaño... Ella era capaz de sentirse tranquila, como si esperase que algo sucediera, sentía como si... Quisiera hundirse en sus brazos y nunca despegarse de ellos. Al menos, ese era el deseo de Mei, pero allí estaba ella; huyendo como una vil cobarde de sus sentimientos y, del chico al cual ella le gustaba. ── Perdón... ── Murmurase por lo bajo, frunciendo el ceño ante la sensación de sus mejillas tornándose de rojo ante la inmensa vergüenza creciente en su pecho.
Sin saber cómo actuar, decir, o simplemente titubear, se hallaría en silencio durante unos segundos, suspirando claramente cansada. No de él, ella nunca podría hartarse de aquel chico, sino de ella misma; ella y sus acciones tan incomprensibles. Se armó de valor para subir la mirada de sus orbes hacia las ajenas, mirándole con cierta pena y jugueteando con su mano libre... Se hallaba más que ansiosa. ── Bueno ... Vayamos a la enfermería, entonces. Ah, me tendrás que tener paciencia, no puedo caminar bi—. ── Las palabras fallaron al salir de su garganta, quedándose tal cual gato al tener que ser bañado; inmóvil. Sintiendo como es que las manos ajenas pasan por debajo de sus piernas hasta der cargada, encontrándose entre los brazos del más alto. ── Q—qué estás ... ── Su temblorosa mirada se encuentra con la ajena, sintiendo cómo es que su rostro no puede encontrarse más que rojo y rápidamente bajando la mirada al encontrarse con la seria mirada de su amigo.
