Hoy es un día oscuro para mi país, Argentina. Hoy me he despertado con la noticia del triunfo del proxenetismo. Donde celebran que en mi país ya es considerada la prostitución como trabajo. En puestos laborales ya entra el trabajo sexual.
Y simplemente quiero comentarles algo que escribí en twitter con respecto a mi desagrado, decepción y dolor. #prostitucionnoestrabajo, la mejor amiga de la infancia de mi mamá fue prostituta por elección durante MINUTOS de su vida hasta tener que bautizarse. No pudo salir de ahí hasta muchos, muchos años después.
Con traumas, violencia, tener que haber pasado por abortos no deseados.
Hoy en día aún sigue con los resultados de ésto. De la prostitución. Tuvo que cruzarse con niñas, NIÑAS ahí y no podían denunciar. Las tenían controladas, violentadas.
Años de su vida censurados y siendo oprimidos por la gente que la juzgó más que a nadie.
Decidió mudarse al sur del país para empezar una nueva vida, pero a día de hoy le cuenta a mi mamá por mensajes que sigue despertándose sintiendo que su cuerpo no es suyo. Que lo único que siente es dolor. Que recuerda día tras día todo lo que tuvo que vivir.
A día de hoy no puede denunciar de ésto que habla porque años pasaron ya. Pero se cruzó con muchas cosas, cosas oscuras, cosas que la marcaron. Y el hecho de que ahora el proxenetismo salga favorecido, la callarán aún más a ella y a todas nuestras compañeras en esos lugares.
La prostitución no es trabajo.
La prostitución mata. La tibieza mata.
Si creés que la prostitución es un trabajo, dignifica, o que las que están atrapadas ahí son por pura elección, dejame decirte que estás favoreciendo al proxenetismo que tanto maltrata, trauma, asesina.