Te vi mirándome con una sonrisa que significaba mucho más que admiración y no comprendí por qué lo hacías, porque estaba seguro que no la merecía y que era yo quién debería pasar día tras día admirando las perfecciones que en ti habían.
Te vi mirándome con una sonrisa que significaba mucho más que admiración y no comprendí por qué lo hacías, porque estaba seguro que no la merecía y que era yo quién debería pasar día tras día admirando las perfecciones que en ti habían.