El padre de Louis los abandonó a él y a su madre cuando era pequeño. Jay, fué una mujer muy valiente y fuerte. Supo salir adelante con la ayuda de su familia y amigos. Crió a siete fantásticos hijos, hasta literalmente el día de su muerte.
Con solo 42 años dejó a una familia por culpa del maldito cáncer.
Estuvo ahí para Louis, apoyándolo y demostrándole lo orgullosa que estaba de su boobear. Él tenía demasiados complejos, a pesar de estar en la banda más importante del momento. Su voz era protagonista de sus inseguridades, era todo un reto para él cantar una canción entera, por miedo a lo que la gente pensara.
Con ayuda de sus amigos y especialmente su madre, pudo romper los muros y salir a flote.
El último deseo de Jay fué ver a su hijo cantar en el escenario que lo impulsó a la fama.
Desgraciadamente, Jay nos dejó el pasado miércoles, tres días antes de la actuación de Louis en la final de X Factor.
Anoche, como tributo a su madre y mejor amiga, cantó la canción que escribió sobre ella. Estuvieron todos ahí para apoyarlo: los chicos (a pesar de estar en el descanso), junto con sus familiares y amigos.
Y entonces, el mundo se dió cuenta de que One Direction no es sólo una banda, es una familia. Una familia que está en los buenos y en los malos momentos.
Todos estamos muy orgullosos de lo que ha conseguido con su esfuerzo. Tiene muchísima fuerza, valentía y coraje. Louis ya es todo un hombre, es padre de un precioso niño llamado Freddie, es uno de los mejores artistas del momento y estoy segura, que aunque ya no tenga a su gran apoyo junto a él, seguirá siendo bueno, él. Louis Tomlinson.
Detrás de un gran hombre, siempre hay una gran mujer. Gracias Jay, descansa en paz x