uh-uh, sí, estamos en las mismas con eso del trabajo. ¿vender órganos? vaya. creo que eso es un poco alejado de lo normal pero no me atrevería. sabés, aunque soy un demonio no suelo ser tan malvada. sólo disfruto de degustar humanos algunas veces, aunque no quedo satisfecha y al final del día compro frituras de queso. déjame lo pienso y después te digo cuál es mi opinión. aunque la oferta suena tentadora a decir verdad...