Celestes, verdes, dulces, atrevidos.
Bendito sean esos ojos
Bendito sea quien los posee
Bendita sea esa boca pecadora
Benditos sean esos brazos que me abrazaron alguna vez.
Si es que Dios existe,
Juro amor mio rezarle todas las noches por tu amor
Para que esos ojos me miren nuevamente, Para que esos labios me besen de nuevo, Para que esos brazos me rodeen una vez más
Y así escucharte decirme cuánto me amas.