Lorcan.

¿Qué ven mis ojos? ¿A la cuñada más linda del lugar? Si prometes no darme un golpe, te recordaré esas palabras todos los días. Bienvenida, roja. Es bueno verte, hacías falta.

¡Rojita! Por fin apareces, no sabes lo mucho que me hiciste falta. Bienvenida seas.

¡Mamá! No sabes lo feliz que me pone el hecho de que llegaras, sin duda te necesitaba conmigo. Se más que bienvenida, mujer de mi vida. Ya no te vayas tanto de viaje con papá que te extraño.