escuchó con debida atención cada una de sus palabras, no sabía cómo reaccionar en ese instante, no tenía idea de que las cosas para él no habían sido nada fáciles.
y al escuchar lo último dicho, no pudo evitar sentir un nudo en su garganta, negó rotundamente y nuevamente dirigió su mirada al menor.
—te equivocas, no es así... escucha, dae, puede ser que me hayas lastimado, pero no por eso sentiré gusto por todo lo que te esta pasando, si piensas o alguna vez pensaste que te odio o algo así por lo que paso entre nosotros. estás mal, nunca pero nunca, desearía el mal para ti
suspiro sintiendo su voz quebrarse un poco, y sin pensarlo dos veces lo tomó del brazo para acercarlo a el y abrazarlo.
—nunca me gusto verte llorar, siempre eh dicho que una sonrisa se ve mejor en tu rostro que las lágrimas, peque
bromeó un poco solo para buscar aligerar el ambiente que envolvía al menor.