La verdad manchada merece que siempre este la duda presente, no hace falta justificar el por qué, ni el cómo, sea como sea, aunque la razón era para protegerte o protegerle a alguien, te obligaste ciegamente a mentir o a mentirle y de qué sirvió? De ejemplo quizás, por que fue la única forma en que se te abrieron los ojos por causa del dolor ajeno y que causó en ti? Un sin fin de dagas clavándose en tu alma, la daga del dolor en un intento por hacerte ver lo peor de tu persona, la daga de la duda que cada vez que tu verdad hablaba te recordaba que estariá manchada, la daga de la culpa impasible por demostrarte que has sido y siempre fuiste tú.
No importa cuanto te esfuerces, aquel que perdona tus errores no da chances de volver a confiar en ti y si lo hace, lo hace a medias, entonces, merece alguien una confianza a medias? Pues algunos pensarán que por lo menos tendrán algo, pero, no es mejor tener la confianza al 100% de una persona, de un amigo o de tu pareja en especial? En fin opino que optaría por la segunda opción, por que la primera tal vez cause la sensación de estar plena, pero deberías poner un mayor esfuerzo, incluso por demostrar que de verdad hablas con la verdad, aunque ante los ojos ajenos solo estaría dando lugar a sus dudas, darías miles y miles de explicaciones, sin embargo va a creer a medias, que puede ser verdad lo que dices, como que tampoco puede serlo y estaríamos en un bucle infinito dando vueltas en ese embrollo, gastando energías y sintiéndonos mal.
No bastará con que cambies, no bastará con que luches, no bastará para nada si solo uno se desnuda y el otro sigue teniendo los ojos vendados, no bastará y no será suficiente cuanto supliqués por su perdón por que la confianza una vez hecha pedazos, difícilmente quedará igual.
