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14 de Mayo 2020
20:30 PM
Hoy termino de leer Kimetsu no Yaiba.
Fue un completo honor haber descubierto este asombroso manga que llenó mi ser de muchas emociones a lo largo de su lectura. Independientemente de si su final fue bueno o no, lo he disfrutado bastante, porque en mi pensar, los personajes sufrieron demasiado y merecían ser finalmente felices.
Los shipps de los protagonistas pudieron cumplirse y tuvieron hijos.
Uzui ahora es un genial atleta.
Los gemelos Tokito renacieron.
Shinobu y Kanae reunidas.
Himejima es un profesor de jardín de niños.
Obanai cumplió su promesa y se casó con Mitsuri.
Urokodaki, el abuelo de Zenitsu, Kotetsu, Kanamori y las niñas de la finca mariposa también están ahí.
Haganezuka reparaciones.
Los hermanos Shinazugawa están juntos de nuevo.
Finalmente Giyuu pudo ser feliz junto con Sabito y Makomo.
La cara de Gotou revelada.
Yushiro recordando con amor a Tamayo.
La reencarnación del hermoso y perfecto sol Kyojuro.
Murata siendo Murata.
Los pendientes y la espada ahora son una reliquia familiar.
Y la foto. Dios, la preciosa foto de sus brillantes sonrisas.
Sonrisas que demuestran que después de tanto, obtuvieron lo que tanto buscaban.
Felicidad.
De mí, para mí, y a todos los hermosos personajes que sufrieron de todo en este increíble manga.
Con amor.
—Raen.
❝Vidas que brillan en el tiempo❞
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