Rosie:
Mañana regreso a Boston, pero antes de irme quería escribirte esta carta. Comprendo que necesitarás tu tiempo para tomar una decisión sobre lo que voy a decirte.
Sé lo que está pasando, Rosie. Eres mi mejor amiga y veo la tristeza que hay en tus ojos. No finjas que todo es perfecto, porque veo que no lo es. Veo que Greg es un
hombre egoísta que no tiene la más remota idea de lo afortunado que es.
Es el hombre más afortunado del mundo al tenerte a su lado, pero no te merece y tú te mereces a alguien mejor. Te mereces a alguien que te ame con todo su corazón, alguien que piense en ti constantemente, alguien que pase cada minuto de cada día preguntándose qué estás haciendo, dónde estás, con quién estás y si estás bien. Necesitas a alguien que te ayude a hacer realidad tus sueños y que sepa protegerte de tus temores. Necesitas a alguien que te trate con respeto, que ame cada parte de ti, sobre todo tus defectos. Deberías estar con alguien que supiera hacerte
feliz, realmente feliz, que te hiciera sentir en las nubes de tanta felicidad. Alguien que no tendría que haber dejado escapar la oportunidad de estar contigo años atrás en lugar de asustarse y dejarse dominar por el miedo a intentarlo.
Ya no estoy asustado, Rosie. No me da miedo intentarlo. Ya sé qué era ese
sentimiento que me embargó el día de tu boda: eran celos. Se me partió el corazón cuando vi a la mujer que amo alejarse de mí por el pasillo con otro hombre, un hombre con quien había planeado pasar el resto de su vida. Para mí fue como una sentencia a cadena perpetua: me aguardaban un montón de años en los que no podría decirte lo que sentía ni abrazarte como deseaba.
No tendría que haber desperdiciado todos estos años sin ti. Dame una oportunidad y te resarciré. Te amo, Rosie, y quiero estar contigo, Siempre.
Piénsalo, por favor. Esta es nuestra oportunidad. Dejemos de tener miedo y arriesguémonos. Prometo hacerte feliz.
Con todo mi amor,
Alex.
Donde termina el Arcoíris - Cecelia Ahern.